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Prevenir el Golpe de Calor en los más pequeños

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¿Sabías que los bebés y niños, al contar con menos defensas, toleran peor los cambios de temperaturas y tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor?

La deshidratación en los niños y en los bebés ocurre cuando existe una falta de líquidos en el cuerpo que son necesarios para que lleve a cabo sus funciones en un nivel óptimo.

Por lo general, una persona adulta puede responder rápidamente a los primeros indicios de deshidratación. Sin embargo, los niños no son capaces de controlar este mecanismo de la sed.

Por ello, aunque el verano suele ser esperado por todos por las vacaciones, las salidas al aire libre, los días de piscina o playa, etc., debemos de prestar especial atención a los días de alta temperatura y humedad, porque pueden transformarse en un gran riesgo para la salud.

La Asociación Española de Pediatría recomienda que en verano los niños ingieran agua cada dos horas, aún si no experimentan la necesidad de beber.

Sintomas de la deshidratación infantil

El peligro de la deshidratación infantil viene por el hecho de que los más pequeños no son conscientes de los riesgos y muchas veces, no apreciamos sus síntomas hasta que son muy evidentes. Desde el Instituto de Investigación y Salud (IIAS) te mostramos algunos síntomas habituales de la deshidratación infantil:

  • Menor cantidad de orina debido a la pérdida de agua mediante el sudor y la respiración, que la orina sea de color oscuro y fuerte olor o pasar más de seis horas sin orinar.
  • Deposiciones secas y duras. Sequedad en cuerpo, boca y lengua. También puede evidenciarse un llanto sin lágrimas.
  • Las manos y los pies se siente fríos y parecen tener manchas.
  • Estar aletargado, sin energía o mostrar cansancio evidente que se nota en un desinterés a la hora de jugar.
  • Irritabilidad provocada por el cansancio y la falta de energía general.
  • Dolor de cabeza, vómitos o diarrea en los casos más extremos.
  • Síndrome del pliegue, es decir que al pellizcar la piel, esta queda «unida o pegada».
  • Ojos hundidos y respiración acelerada.

Estas sintomatologías suelen aparecer después de largas exposiciones al Sol y prolongados períodos de tiempo sin ingerir agua.Ten en cuenta que la Asociación Española de Pediatría recomienda que en verano los niños ingieran agua cada dos horas, aún si no experimentan la necesidad de beber.

En cualquier caso, si manifiestan estos síntomas, no dudes en acudir al pediatra inmediatamente. Los golpes de calor son muy peligrosos cuando no se atienden a tiempo en edades tan tempranas.

Estés donde estés, en la playa, en el campo, montaña o en el parque, no olvides ofrecer suficiente agua a los peques, evitar las prolongadas exposiciones solares, sobre todo en las peores horas del día (al mediodía y primera horas de la tarde), y colocarles suficiente crema solar (recordando que luego de bañarse en la piscina o en el mar es necesario aplicar una nueva dosis de protección, al igual que luego de un par de horas de la primera aplicación), además de vestirlos con ropa fresca y transpirable, con gorras y colores claros.

Consejos para evitar la deshidratación infantil en verano

Ayudar a los peques a beber agua es fundamental para la buena hidratación infantil, tanto como lo es que tus peques lleven una adecuada alimentación infantil donde predominen las frutas y verduras que son, en gran proporción, agua.

La infancia es una etapa ideal para adquirir y consolidar los hábitos necesarios para tener un estilo de vida saludable, entre ellos, contar con una correcta hidratación. Es importante siempre presente que los niños aprenden por modelado, es decir, imitan a sus adultos de referencia. Por tanto, si ven que esos adultos beben agua de forma regular y tienen siempre su botellita a mano, les facilitará este aprendizaje.

Desde el Comité Científico del IIAS se recomienda seguir las siguientes pautas y consejos para mantener una correcta hidratación a lo largo de todo el año y especialmente en los periodos estivales que nos ayuden a prevenir y evitar el golpe de calor en los más pequeños:

  • Elige el agua como bebida principal: Debido a su bajo contenido de azúcares y calorías. El agua debería ser la bebida de cabecera de los peques su bajo contenido de azúcares y calorías.
  • Bebidas ni muy frías ni muy calientes: Por lo general, es más fácil que los niños beban mayor cantidad del agua del tiempo que si está fría o caliente. Mantén las bebidas a temperatura ambiente.
  • Ofrecerles un vaso de agua al comenzar el día: Esto es momento ideal para recordarle que es clave empezar el día bien hidratados y reforzarles la idea que es muy importante que beban agua cada 2 horas durante todo el día, especialmente los días de verano que pronostiquen una ola de calor.
  • Antes de salir de casa: Recuérdales que guarden en su mochila una botella de Agua Mineral y que beban con regularidad, despacio y a pequeños sorbos.
  • A la hora de la comida y la cena: Pon una botella de Agua Mineral en la mesa y aprovecha para contarles todos los beneficios que tienes para su organismos y su crecimiento y hazle ver que el agua es su mejor aliada para evitar un golpe de calor.
  • Si van a realizar alguna actividad física: debemos concienciarles de que no se pueden realizar en la horas de más calor del día (de 12 a 18:00h) y de la importancia de la necesidad de incrementar la ingesta de agua antes durante y después de la actividad. Es importante de enseñarles los principales síntomas de deshidratación y si sienten que están fatigados o sienten la boca seca, dolor de cabeza, confusión o fatiga deben cesar la actividad y rehidratarse.
  • Las frutas, aliadas en la hidratación infantil: Algunas frutas como la sandía, el melón, la fresa o el melocotón tienen una gran proporción de agua en su composición por lo cual son sumamente recomendables en verano.
  • Una botella de agua por persona: Cuando salgas de paseo con los niños, lleva una botellita de Agua Mineral para cada uno. Puedes invitar a los niños a decorar su botella antes de salir con pegatinas, ceras o lo que se te ocurra… ¡así será más divertido! La idea es concienciar a los niños de beber agua y poder llevar un recuento de lo que bebe cada uno. ¡Fácil y práctico!

¿Sabes cuáles son las necesidades hídricas de un niño?

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) señalan que la ingesta necesaria de agua al día, en condiciones normales de actividad y temperatura, para los más pequeños son:

  • A partir de los seis meses de edad y hasta los 12 meses, las necesidades diarias de ingesta de agua oscilan entre 600 y 800 ml.
  • De 1 a 3 años, las necesidades aumentan, se recomienda beber diariamente de 900 a 1.300 ml.
  • De los 4 a los 8 años, las recomendaciones van de los 1.300 a los 1.700 ml/día.

En los días de verano cuando las temperaturas superan los 37º es importante saber que debemos incrementar la ingesta de agua en 300 ml (casi una botellín de Agua Mineral de 330 ml) por cada grado que aumente la temperatura.