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Agua Mineral, hidratación sana y natural para disfrutar de los deportes de invierno

La altitud, las bajas temperaturas y la exposición solar a los que se somete el organismo a la hora de practicar deportes de invierno, son algunos de los factores que acentúan la pérdida de agua en nuestro cuerpo.

Por esta razón, llevar una botella de Agua Mineral e hidratarnos mediante pequeños sorbos de agua, de manera frecuente, durante la práctica de este tipo de actividad física, es fundamental para asegurar un buen rendimiento físico y un adecuado estado de salud.

Una ingesta adecuada y de calidad de agua es esencial para que el organismo mantenga su perfecto funcionamiento, explica el doctor Rafael Jácome, director de Servicios Médicos de la Federación Madrileña de Deportes de Invierno y de GlobalPhysio ESP, ya que los deportes de invierno son actividades físicas “realizadas normalmente en condiciones meteorológicas adversas, a alta intensidad y de larga duración, puesto que una jornada puede prolongarse hasta 7 horas”.

Entre los beneficios de los deportes de invierno, podemos destacar el importante trabajo de la musculatura abdominal y espinal, así como la de las piernas; la mejora en la capacidad termorreguladora, lo que ayudará a mejorar la circulación sanguínea, y un mayor gasto calórico.

Cuando se realiza ejercicio físico en condiciones ambientales especiales (altitud, frío, e incluso una larga exposición solar) se incrementa la pérdida de agua a través del sudor para mantener la temperatura corporal. Para reponer este agua perdida y mantener el equilibrio hídrico en el organismo, consumir Agua Mineral Natural constituye un elemento clave”, señala Jesús Pérez, preparador físico de la Real Federación Española de Deportes de Invierno.

A este respecto, Jácome recomienda “la ingesta de un litro de Agua Mineral como fuente de vida, por cada 1.000 kilocalorías consumidas”. En concreto, “la dosis ideal sería de 400-600 mililitros 1-2 horas antes del comienzo de la actividad física, a intervalos regulares cada 20-30 minutos durante la realización del ejercicio, y seguir con la reposición al finalizar su práctica, hasta completar un total de 2.500 mililitros”, explica el especialista.

Según asegura Jesús Pérez, “no se puede esperar a tener sed, puesto que aparece cuando ya se ha perdido ese 2% de masa corporal, y está demostrado que con pérdidas de agua por encima de este porcentaje, se empieza a producir un descenso del rendimiento. Por lo tanto, es muy importante beber agua, antes, durante y después del entrenamiento”.

 

Deportes de invierno, cuestión de detalle

Los deportes de invierno -esquí, snowboard, patinaje artístico, hockey hielo, curling, biathlón o mushing- son deportes aeróbicos. En el caso del esquí -uno de los más practicados durante el invierno en España- según asegura Jesús Pérez, “entran en juego muchos factores, unos que puedes controlar y otros que no, como el estado de la pista de competición, o el clima”.

Entre los que podemos controlar, se encuentran el material (botas, bastones, esquís, casco, gafas, guantes, mono de competición), y hasta el más mínimo e importante detalle como, por ejemplo, no olvidar llevar y tener siempre a mano una botella de Agua Mineral.

Este sencillo gesto nos garantiza y asegura tener acceso a una hidratación sana y natural, ya que el Agua Mineral Natural es una agua pura desde su origen, no recibe ningún tratamiento químico, y posee una composición constante en minerales. Además, no tiene calorías, y es que, como bien explica el preparador físico de la Real Federación Española de Deportes de Invierno, “cada detalle sumará en el rendimiento final”.

 

La importancia de la alimentación

En cuanto a la alimentación, el preparador físico Jesús Pérez destaca que “un deportista debe de alimentarse de forma sana y saludable los 365 días del año”. A este respecto, Rafael Jácome añade que, “aunque las pautas siempre deben ser individualizadas según las características físicas de cada deportista, lo recomendable es realizar una ingesta de 45-55 kilocalorías/kilo de peso y día.

Esta cifra se traduce en una media de 4.000 kilocalorías al día para un esquiador de 80 kilogramos de peso, que debe ser realizada en diferentes comidas al día, y estar compuesta por: Hidratos de carbono: 7-10 gramos por cada kilo de peso y día; Proteínas: 1,5-1,8 gramos por cada kilo de peso y día; Grasa: 1-1,2 gramos por cada kilo de peso y día.

 

 

Jesús Pérez explica que “la alimentación en los deportes de invierno y, en general, en todos los deportes, es muy importante cuando ya se alcanza cierto nivel deportivo y necesitamos que nuestro cuerpo tenga un mayor rendimiento y se recupere mejor de cada entrenamiento y competiciones”.

Rutinas de hidratación en adultos y peques

Para recordar la necesidad de mantener una hidratación adecuada, el doctor Jácome explica que “los deportistas de esquí alpino habitualmente llevan consigo una botella de Agua Mineral. Después de cada bajada, o cada dos bajadas, beben un poco de agua y, además, suelen comer fruta y algunos frutos secos”.

En cuanto a los más peques, el especialista recomienda un pequeño truco para que no se les olvide hidratarse a lo largo del entrenamiento o práctica deportiva:

“Marcar en su botella de Agua Mineral diferentes líneas que sirvan de referencia, de manera que cada una o dos bajadas beban agua hasta la siguiente marca, y así hasta terminar su botellita”, detalla Jesús Pérez.

Los niños, al igual que las personas mayores, apenas detectan su propia deshidratación. Por eso es tan importante inculcarles el hábito de beber. Lo que aprendan de niños, lo repetirán de adultos, al igual que ocurre con la higiene y otras pautas saludables: “Quien se acostumbra a beber agua desde pequeño, de mayor tendrá integrados estos hábitos en su día a día”.

Además, el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) nos recuerda la importancia de establecer un Plan de Hidratación a la hora de practicar cualquier actividad física y, en especial, si vamos a realizar algún deporte de invierno. Así, destaca unos sencillos pasos para asegurarnos una hidratación adecuada y de calidad para así disfrutar plenamente de la actividad:

  • La hidratación previa es primordial para proteger las principales funciones fisiológicas de nuestro cuerpo y evitar posibles lesiones.
  • ¡No esperes a tener sed! La sensación de sed es ya un síntoma de alerta que activa nuestro propio organismo para indicarnos que el cuerpo está deshidratado. Bebe agua cada 15-20 minutos.
  • La falta de hidratación puede pasar muchas veces inadvertida y genera problemas como: dolores de cabeza, cansancio, falta de concentración, menor rendimiento físico, calambres, etc. Existen ciertos síntomas que produce la deshidratación y que son sencillos de detectar, como pueden ser: boca seca, debilidad, sequedad en la piel, confusión o fatiga. Si se perciben algunos de estos síntomas es recomendable hacer una parada, descansar y rehidratarnos.
  • Las primeras 2 horas después de finalizar la práctica de actividad física son claves para la rehidratación de nuestro cuerpo y la recuperación de los minerales y oligoelementos esenciales para nuestra salud y bienestar. El objetivo es recuperar el equilibrio hídrico de nuestro cuerpo, bebiendo 1,5 veces el peso de agua perdido.

 

Por último, el equipo de expertos del Instituto de Investigación Agua y Salud nos indica que no solo es importante asegurarnos de beber la cantidad de agua adecuada para garantizar una correcta hidratación antes, durante y después de practicar cualquier deporte de invierno, sino asegurarnos la calidad de la misma.

Esta calidad queda garantizada con el Agua Mineral Natural, ya que en su proceso de envasado se siguen unos estrictos protocolos de control, con el fin de proteger su pureza original y mantener inalterables todas sus propiedades y características naturales, por lo que no necesitan recibir ningún tratamiento químico para su consumo.

Gracias a la características y seguridad de sus envases, podemos garantizarnos el acceso a un agua pura y sana desde su origen, en todo momento, contribuyendo al bienestar y la salud de nuestro organismo y así evitar los posibles desajustes digestivos (como la diarrea o el estreñimiento), que a veces padecemos cuando nos encontramos fuera de nuestro entorno habitual, y así disfrutar plenamente y con toda la garantía de nuestro deporte favorito de invierno.

Para finalizar este post, destacamos una frase que nos ha señalado el doctor Rafael Jácome:

“El agua en forma de nieve o hielo es esencial para la práctica de los deportes de invierno y, en su estado líquido, lo es para nuestro organismo, para la vida”.

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