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¿Cómo prevenir «la gota» en verano?

“La gota es una enfermedad causada por los depósitos de ácido úrico en los tejidos corporales. Tanto en las articulaciones como en los tendones, piel, riñones e, incluso, órganos como el corazón. Los síntomas más habituales son los relacionados con la inflamación articular, aunque también a día de hoy es reconocida como un factor de riesgo cardiovascular, además de ser un posible desencadenante de patología renal”, explica el Doctor Alejandro Prada, reumatólogo del Hospital Universitario de Torrejón y portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

¿Por qué se produce la gota?

Según el doctor Prada, “el aporte desde la alimentación de ácido úrico puede ser una de las causas de la gota, pero no la única”. Así, asegura que :

Las causas son múltiples, tanto genéticas como relacionadas con alteraciones de la eliminación del ácido úrico por la orina, como por factores externos como los hábitos alimentarios, por lo que hay que desterrar la idea de que la gota ocurre solo en personas que no se cuidan en cuanto a su alimentación o en cuanto al consumo de alcohol.

A este respecto, el portavoz de la SER destaca que “la ingesta de ciertos alimentos puede hacer que el ácido úrico suba en sangre. Pero no es la única condición necesaria para que ocurra la gota. Una vez diagnosticada la enfermedad, lo más importante de todo es cumplir el tratamiento farmacológico y aclarar con el especialista qué alimentos tienen que tomarse con precaución. Desterrando también la idea de que habrá restricciones alimentarias absolutas o eternas”, añade.

La hidratación, fundamental

El doctor Prada destaca que “al ser la gota una patología metabólica. Es decir, que está relacionada directamente con los niveles de una sustancia corporal. En este caso, el ácido úrico, cualquier proceso que modifique dichos niveles hará que la enfermedad empeore.  El ácido úrico se excreta fundamentalmente por la orina y una insuficiente hidratación, especialmente en verano, puede hacer que la eliminación de ácido úrico no sea la adecuada. Y, por lo tanto, la gota pueda empeorar”.

Respecto a la cantidad necesaria de ingesta diaria de agua para las personas con gota, el experto asegura que, “habitualmente, litro y medio-dos litros de agua serían suficientes. Pero hay que tener en cuenta que estas necesidades pueden cambiar según el paciente”.

A este respecto, Jesús Román, secretario del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), destaca que, especialmente en verano, el Agua Mineral, al presentarse en envases ergonómicos, fácilmente transportables y en formatos adaptados a cada estilo de vida, facilita a las personas con gota una hidratación adecuada en cualquier momento y lugar donde se encuentren, evitando así posibles problemas con esta patología.

Además, “al tratarse de un agua pura y de calidad, que no necesita ni recibe ningún tratamiento químico para su desinfección y consumo, es fundamental para mantener unos hábitos de hidratación saludable”.

Finalmente, el portavoz de la SER destaca que, la gota es una enfermedad que sigue rodeada de muchos mitos. Por lo que es importante que el paciente se informe adecuadamente con su reumatólogo de cuáles son las expectativas del tratamiento. Cuáles pueden ser las complicaciones de la enfermedad si no se trata adecuadamente y qué medidas son las más efectivas para curarse. Porque haciendo las cosas bien se pueden eliminar los depósitos de ácido úrico que provocan la gota y llegar a estar libre de los mismos”.

Hidrátate y disfruta de un verano… ¡sin gota!

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