A bailar, a bailar, a bailar… alegres sevillanas, todo el mundo a bailar… Ya puedes ir desempolvando el vestido de lunares, los mantones y los trajes cortos, que tras la contenida cuaresma, llega la fiesta y la alegría a su cita anual en Sevilla. La Feria de Abril comienza, este año, el martes 16 de abril y finaliza el domingo 21 de abril. Seis días de diversión, repletos de cante, baile, color y diversión.
Cuando el lunes 15 de abril, esté a punto de agotar sus 24 horas, comenzará una cuenta atrás tan importante para los sevillanos y aficionados como la de Año Nuevo: el descuente para el “Alumbrao”. Justo en ese instante, el alcalde pulsará un botón y poco a poco se irán encendido las 20.000 bombillas de la Portada hasta completarla. Tras ella, paulatinamente, seguirán encendiéndose la totalidad de las bombillas que hay en el Real, hasta que el recinto ferial quede totalmente iluminado, con unas 350.000 bombillas.
Y ¿sabes cuál fue el origen de tan conocida fiesta? Pues, como su mismo nombre indica todo comenzó con una feria de ganado. En el siglo XIX, un regidor de Sevilla, creo una feria, en abril, para que los agricultores sevillanos pudieran comprar ganado sin tener que desplazarse. Los tratantes, para protegerse del sol, instalaron unas tiendas de campaña.
Las mujeres de la alta sociedad empezaron a visitar la feria con sus coches de caballos. Las tiendas de campaña se transformaron en casetas, a las cuales se invitaba a los amigos a tomar algo y a cantar, y las batas con volantes de las campesinas fueron copiadas por las mujeres acomodadas. Así la feria se fue convirtiendo en el colorido y sonoro espectáculo que hoy podemos disfrutar.
Y es que si por algo se caracteriza, la Feria de abril, es sobre todo, por el sonido de las sevillanas. Allá donde vayamos, sea cual sea la caseta que visitemos, todo es fiesta, alegría, baile y arte flamenco. El buen vino blanco fino, o Manzanilla, el “pescaíto” y el jamoncito no pueden tampoco faltar. Y es que, comer y beber, son otros de los placeres que disfruta todo visitante de la Feria.
Pero nunca olvidemos, que el vino es para saborear y animar el espíritu, pero lo indispensable para saciar la sed y poder rehidratarnos adecuadamente, tras una larga jornada bajo el sol primaveral sevillano con tanto baile, calor y ajetreo, es el agua. Así, que aprovisiónate bien, y disfruta de la fiesta acompañado siempre de tu botellín de Agua Mineral.
La feria de Abril por dentro
Este año, el Real de la Feria, llamado así por el real que cobraban antiguamente los cocheros por llevar a la gente hasta la Feria, contará con 1.040 casetas, la mayoría son privadas, aunque también existen 19 casetas públicas, accesibles para todos los visitantes. Por las calles de esta pequeña ciudad en miniatura, todas con nombres de torero y adornadas con miles de farolillos, pasean cientos de coches de caballos y caballistas. Tantos que son necesarias normas para que puedan circular con fluidez.
Cada año se elabora una portada nueva para la entrada al recinto, que suele hacer referencia a algún monumento de la ciudad y es elegida por un jurado en concurso. La portada de este abril de 2013, está inspirada en la Plaza de España, conmemorará el 75 aniversario de la fundación ONCE, y hace también alusión a la Hermandad del Rocío de Triana, que cumple su segundo centenario este año.
Tendrá 43 metros de altura, un peso de 250.000 kilos y se tardarán 15.500 horas en construirla. No es la primera vez que el diseño se inspira en la Plaza de España. Porque es un monumento que anteriormente formaba parte de la Feria, cuando ésta estaba en el Prado.
Si visitas la feria, no debes dejar de acudir a la Calle del Infierno. Un gran parque de atracciones, de 64.000 metros cuadrados, y el lugar preferido por los más pequeños. Cuenta con la tradicional noria y una montaña rusa, así como otras muchas atracciones, que harán las delicias de los amantes de las emociones fuertes. Sin olvidar otras atracciones más suaves, indicadas para niños o para los visitantes menos arriesgados.
Por último, los aficionados a los toros, podréis recrearos con un cartel de festejos, repleto de los mejores toreros del momento, puesto que éstos forman parte importantísima de la Feria.
