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En época de exámenes cuida tu cerebro con un buen nivel de hidratación

El cuerpo humano se compone de un 60-80% de agua, aproximadamente, en el cerebro, el agua constituye hasta un 85%, por lo que una adecuada hidratación es fundamental para el mantenimiento de las principales funciones cerebrales que se producen en nuestro organismo.

El cerebro gasta una gran cantidad de energía y, por eso, pese a que representa sólo el 25% del peso corporal, recibe aproximadamente el 20% de toda la circulación, y se encarga del desarrollo de los procesos cognitivos, tales como el aprendizaje, el razonamiento, la atención, la memoria, la resolución de problemas, la toma de decisiones y el procesamiento del lenguaje.

“Hay muchos estudios que aportan evidencia científica respecto a que cuando no estamos correctamente hidratados, podríamos tener algunas alteraciones en la atención, en la capacidad de memorización e, incluso, en la resolución de problemas o en la velocidad de procesado. Se origina una especie de enlentecimiento cognitivo, lo que provoca que resolvamos las tareas más despacio”, afirma Silvia Álava, psicóloga y miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó en 2011 un informe donde señala el papel de la ingesta de agua, en lo que al rendimiento cognitivo respecta. Así, en la opinión científica correspondiente se señala que “está bien establecida la relación entre la ingesta de agua y el mantenimiento de las funciones cognitivas y físicas normales”.

En el caso de los niños y los mayores de 65 años, el riesgo de deshidratación es todavía mayor.

Su percepción de la sed puede ser limitada y, en general, beben poca agua. Los expertos recomiendan a los acompañantes que estén pendientes de estas personas para recordarles la importancia de beber agua varias veces a lo largo del día, aunque no tengan sed.

Silvia Álava recalca la importancia que tiene la ingesta de Agua Mineral para el colectivo de los estudiantes, especialmente ahora, que llega la época de exámenes. La psicóloga les aconseja seguir unas pautas de hidratación para mantener un alto nivel de atención y concentración, así como para conservar la capacidad de memorizar. Un buen truco para los estudiantes es que siempre tengan cerca una botella de agua, incluso cuando estudian en la biblioteca o a la hora de realizar un examen.

“Beber agua no sólo mejora el nivel de hidratación, sino que, además, puede hacer que se reduzcan nuestros niveles de ansiedad”, dice la especialista.

La falta de hidratación

Y es que la falta de hidratación afecta directamente a nuestro cerebro que, al estar compuesto por un 85% de agua, es un órgano especialmente sensible a cualquier pequeño síntoma de deshidratación. Ademásla pérdida de agua corporal origina una reducción del plasma y del volumen extracelular, que puede causar una baja presión en el cerebro. Silvia Álava nos alerta de que:

Recordemos que el cerebro soporta el procesamiento mental y la función cognitiva. Incluso con pequeños niveles de deshidratación, en torno al 1 o al 2%, ya podemos notar pequeños fallos de memoria o de atención, somos más lentos a la hora de resolver las tareas y nos puede costar más esfuerzo mantener la concentración.

Los expertos aseguran que la calidad del líquido queda garantizada cuando se consume Agua Mineral Natural, por sus especiales características: es un agua pura en origen, sin tratamientos químicos ni microbiológicos y mantiene una composición mineral constante e invariable.

Además, la diversidad de formatos y tamaños ergonómicos, en los que podemos encontrar el Agua Mineral, permite cubrir los requerimientos hídricos en función de los hábitos o necesidades de cada persona, de forma saludable y segura: en clase, en la biblioteca, en una sala de estudio, durante nuestros descansos o trayectos, durante el transcurso de los propios exámenes o pruebas a los que no podamos enfrentar, etc.

Para maximizar el rendimiento y aumentar el nivel de concentración a la hora de estudiar, los expertos recomiendan seguir ciertas pautas y hábitos saludables:
  1. En situaciones de esfuerzo mental intenso se recomienda mantener siempre un correcto estado de hidratación. Para ello, se recomienda la ingesta de 2 a 2,5 litros de líquido al día de forma regular -unos 150 ml cada hora- a pequeños sorbos.
  2. Es importante dosificar las horas de estudio, propiciando los descansos programados, con el fin de que el cerebro recupere toda su capacidad funcional. Cada dos horas puede ser muy positivo hacer un pequeño descanso para despejar la mente y aprovechar esos paréntesis para levantarse, estirar las piernas y rehidratarse. 
  3. Si además de un esfuerzo mental se va a realizar un esfuerzo físico, o las condiciones son desfavorables (por ejemplo situaciones de mucho calor o estrés), es necesario incrementar la ingesta de agua, y adaptarse a las necesidades del momento.
  4. Los espacios con aire acondicionado tienen un ambiente con bajo contenido de agua, lo que da lugar a mayores pérdidas de agua a través de los pulmones y de la piel. Estas pérdidas deben compensarse con una dieta equilibrada, moderada y variada; y un incremento de la ingesta de agua.
  5. No esperar a tener sed. Recuerda que la aparición de este síntoma puede significar que tu organismo está sufriendo una deshidratación leve, ¡bebe regularmente!
Otras recomendaciones son…
  1. Tener cerca de los apuntes una botella de Agua Mineral que recuerde la necesidad de beber regularmente. Así será más fácil hidratarse en cualquier lugar, como en la biblioteca, en clase o en casa.
  2. Si eres profesor o das clase de refuerzo, ten en cuenta que, además de ofrecerles a tus alumnos consejos para mejorar la forma de enfrentarse a los exámenes, debes recordarles también la importancia de mantener un nivel de hidratación constante y adecuado.
  3. Antes de salir de casa, no te olvides de guardar en la mochila una botella de Agua Mineral, te permitirá tener acceso a una hidratación sana y natural en todo momento, estés donde estés.
  4. A la hora de la comida y la cena bebe agua a pequeños sorbos (1-2 vasos), esto te facilitará la digestión y la absorción de los nutrientes y las vitaminas necesarias para el buen funcionamiento del organismo y la adecuada hidratación de nuestro cerebro.
  5. Dormir cada día un mínimo de ocho horas contribuye a un óptimo rendimiento cognitivo. Beber a pequeños sorbos un vaso de agua antes de acostarte, ayuda a nuestros riñones a procesar las toxinas y desechos del organismo acumulados a lo largo del día y a rehidratar nuestro cerebro y organismo.

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