logo en azul con fondo transparente
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

La sed, síntoma de deshidratación

En ocasiones, desestimamos la llamada de alerta en nuestro cuerpo que nos da la sed. Más si cabe, durante los meses de invierno, en los que la sensación tiende a disminuir por el frío, y en realidad, no es así. El contenido de agua del cuerpo humano debe ser repuesto y tenemos que estar concienciados y concienciadas.

La sed es un recurso que emite el cerebro para avisarnos de que necesitamos ingerir líquido. La mayoría de las personas considera la sed como una señal de que nuestros cuerpos necesitan agua sin darle mayor importancia. Pero lo cierto es que cuando se manifiesta la sed, nuestro organismo ya se encuentra parcialmente deshidratado y la boca seca es uno de los últimos síntomas que aparecen.

Esta deshidratación aparece cuando perdemos más líquido del que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione de manera correcta. Los signos de deshidratación más habituales son el cansancio, la falta de apetito y elasticidad en la piel. Pero estos síntomas pueden llegar a ser más fuertes con mayor bajada de agua. Es decir, cuando la deshidratación es más fuerte, las consecuencias también lo son y pueden llegar a producirse vómitos, mareos, pérdida de visión y por supuesto, de nuestro rendimiento cognitivo.

Los expertos recomiendan una ingesta de agua de entre dos y tres litros diarios, ya que ésta es la cantidad de agua que aproximadamente perdemos al día y que necesitamos reponer, sea cual sea la estación del año.

Por todo ello…. ¡No esperes a tener sed para hidratarte! La hidratación es mucho más que tomarse un vaso de agua. La reposición tiene que ser permanente y la clave se encuentra en no esperar a tener sed para beber. A continuación te damos un par de consejos básicos para ayudarte a hidratarte este invierno.

  • Lleva una botella pequeña de agua siempre contigo y ten siempre agua a tu  disposición cuando estés tanto dentro como fuera de casa. El Agua Mineral es una aliada perfecta para hidratarte allá donde estés.
  • Bebe el agua a una temperatura que sea agradable para ti. Así te costará menos ingerirla.

¿Y tú? ¿Sabes cuánta agua consumes realmente todos los días?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *