En verano, tenemos que estar más alerta que nunca para mantener a raya la deshidratación de nuestros mayores. Si en cualquier época del año, tenemos que estar pendientes de ofrecerles agua a menudo, para que su organismo reciba la cantidad adecuada de líquido y pueda funcionar correctamente, en las épocas de calor más intenso, tenemos que redoblar los esfuerzos y prestar, aún, más atención a su nivel de hidratación, evitando golpes de calor o deshidrataciones severas, que aumenten el esfuerzo cardiovascular y puedan derivar en un ingreso hospitalario o incluso provocar la muerte.
¿Por qué es tan importante que estemos ofreciéndoles agua aunque ellos no la pidan?
Porque las personas de mayor edad sufren de una disminución de la sensación de sed y además se sacian con una menor ingesta líquida. Los mayores requieren estímulos más intensos para sentir sed, y una vez están sedientos, la cantidad de agua que ingieren es menor.
Tras una hora de privación de agua, los adultos consumirán unos 10 ml/kg de peso, mientras que los mayores sólo unos 3 ml/kg de peso. Paradójicamente, necesitan un aporte extraordinario de agua para su hidratación, puesto que al envejecer disminuye la proporción de agua del organismo, tan sólo el 60% del peso corporal en los hombres y el 50% en las mujeres, frente al 70 % de la edad adulta y el 80% de la edad infantil.
¿Cuáles son los motivos por los que los mayores necesitan una mayor cantidad de agua al día?
A esas edades suele haber disfunciones renales que precisan un mayor aporte líquido para poder lograr una buena eliminación de los productos de deshecho. Por añadidura, en los ancianos, la función digestiva se ralentiza y cuanto mayor es esa ralentización, mayor es la necesidad de agua del organismo para que pueda realizar correctamente sus funciones. Si a todo ello, le unimos que el consumo de ciertos fármacos modifica y aumentan las necesidades de agua, está claro por qué es extremadamente importante que beban una cantidad extra de agua.
¿Qué beneficios les aporta el conservar un correcto nivel de hidratación?
El ingerir la cantidad óptima de agua diaria les ayuda a mantener la temperatura corporal adecuada, la función renal, el equilibrio hidroelectrolítico, evita el estreñimiento y mejora su humor.
Además lograrán prevenir infecciones, que tan peligrosas son a esas edades. Siendo así, debemos convertirnos en su “memoria” y recordarles varias veces al día que tienen que beber aunque no tengan sed, puesto que el agua es fundamental para que su cuerpo siga funcionando correctamente. De esta forma nos aseguraremos que realizan la ingesta de agua diaria necesaria, y que lo hacen de una forma gradual.
¿Cuál es la cantidad de agua adecuada y cómo debe realizarse su ingesta gradual?
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recomienda que en condiciones de temperatura y actividad física moderada, los ancianos beban entre 2 y 2,5 litros de agua, una ingesta apropiada, tanto para hombres como para mujeres.
El Prof. Dr. Jesús Román Martínez, Secretario General del Comité Científico del IIAS especifica que lo mejor es que realicen la ingesta de agua gradualmente a lo largo del día, “1 vaso de agua en cada comida” para favorecer la ingestión de sólidos, “y otros 4 repartidos durante el resto del día”.
El agua es una bebida fundamental, al tratarse de un nutriente esencial y de primer orden, sin valor calórico-energético
Más concretamente, el Agua Mineral Natural puede constituirse como una opción muy saludable, que puede aportar también a nuestra dieta una composición constante en minerales, (calcio, magnesio, silicio, flúor…) en una concentración específica para cada agua, lo que ayuda a que las personas mayores puedan escoger la más adecuada a sus necesidades físicas, entre una amplia variedad de más de 100 Aguas Minerales Naturales distintas.
José Luis Llisterri, presidente de SEMERGEN, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, se muestra a favor de esta opción afirmando que los médicos de atención primaria creen “que el Agua Mineral Natural es una bebida de referencia que debe incluirse en nuestra alimentación, tanto por sus propiedades como por su papel fundamental en nuestra hidratación diaria”.