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¿Por qué nuestros mayores no detectan la sensación de sed como los jóvenes?

Las personas mayores son uno de los colectivos especialmente susceptibles y vulnerables de sufrir deshidratación. El principal problema que lleva a esta situación es, que las personas mayores sufren una disminución de la percepción de sed, con lo cual no sienten la necesidad de beber, aun cuando su cuerpo necesita con urgencia reponer los líquidos perdidos.

Las organizaciones científicas y sanitarias más importantes del mundo les recomiendan una ingesta de entre 2 y 3 litros de agua a diario, ya que es la cantidad de agua que aproximadamente pierden durante el día y que necesitan reponer.

En edades ya avanzadas, el organismo no funciona igual que cuando uno es joven y el sistema de regulación de la temperatura corporal y del equilibrio hidro-electrolítico, encargado de detectar la pérdida y el exceso de líquidos o sales minerales, se ve alterado y no cumple bien su función.

En gente joven, este sistema se pone en funcionamiento y avisaa través de la sensación de sed, de que estamos perdiendo líquidos y por tanto, necesitamos beber agua para mantener el equilibrio hídrico que nuestro organismo precisa para estar bien.

Pero las personas de edad avanzada, al tener este sistema alterado, tardan más en percibir la sed (que es ya de por sí es un síntoma de que la deshidratación ha empezado), con lo cual a lo largo del día, beben menos agua de la que necesitan. Todo ello puede agravar enfermedades crónicas y provocar deshidrataciones (existen tres niveles de deshidratación), incluso severas.

Además los mayores necesitan un aporte extra de agua para mantenerse hidratados

Ya que con el paso del tiempo disminuye considerablemente la proporción de agua en el organismo. En la infancia el agua representa el 80% de masa corporal y en la vejez disminuye hasta el 60%; en el caso de los hombres y el 50% en las mujeres. Asimismo, las mujeres de edad avanzada muestran una mayor posibilidad de sufrir deshidratación.

Si a todo ello unimos que a esas edades suele haber disfunciones renales que precisan un mayor aporte líquido para poder lograr una buena eliminación de los productos de deshecho; que en los ancianos, la función digestiva se ralentiza y cuanto mayor es esa lentitud, mayor es la necesidad de agua del organismo para que pueda realizar correctamente sus funciones; y que el consumo de ciertos fármacos modifica y aumentan las necesidades de agua, está claro lo extremadamente importante y esencial que es para ellos beber la cantidad adecuada de agua.

La importancia de ayudarles a hidratarse

Para ello debemos estar pendientes de ofrecerles agua a menudo y asegurarnos de que tenga siempre a su alcance un botellín de Agua Mineral para que puedan acceder fácilmente a ella, sobre todo los ancianos con problemas de movilidad. En este post puedes encontrar más consejos para ayudarles a mantener un correcto nivel de hidratación.

El Agua Mineral Natural es una opción muy saludable, que aporta a su dieta una composición constante en minerales, (calcio, magnesio, silicio, flúor…) en una concentración específica para cada agua, lo que ayuda a que las personas mayores puedan escoger la más adecuada a sus necesidades físicas.

Debemos convertirnos en su memoria y recordarles varias veces al día que tienen que beber aunque no tengan sed, puesto que el agua es fundamental para que su cuerpo siga funcionando correctamente. Existen varios trucos sencillos para recordarnos y recordarles la necesidad de beber agua.

Con ello lograremos ayudarles a mantener la temperatura corporal óptima, una correcta función renal, evitar el estreñimiento y prevenir infecciones. ¿No son suficientes razones para hacerlo? Si se te ocurre alguna otra más o tienes cualquier experiencia personal al respecto, ¡compártelo con nosotros!

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