Lavarse los dientes o las manos y comer todo tipo de alimentos son solo algunas de las costumbres que tratamos de inculcarles insistiéndoles día a día.
Dentro de esas prácticas no debemos olvidar su hidratación, algo especialmente importante en la infancia. Educar a nuestros hijos para que siempre beban suficiente agua es fundamental para su correcto desarrollo físico y mental durante las diferentes etapas de formación, te explicamos por qué.
Del biberón a la botella
El Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría afirma que “el agua y la leche son las bebidas fundamentales del niño y el adolescente”. Las cantidades necesarias varían desde los 0’6 litros de agua al día en su primer año de vida a entre 1’8 y 2’6 en la adolescencia.
El papel de los padres en esta tarea es indispensable especialmente cuando se trata de bebés o niños pequeños. Ellos todavía pueden no percibir la sed como un síntoma de deshidratación por lo que tendremos que estar alerta para que beban la cantidad recomendada. Además, si les ofrecemos Agua Mineral Natural podremos despreocuparnos de tener que hervirla ya que se trata de un agua pura en origen que se envasa y llega a nosotros manteniendo inalterables su pureza y composición mineral.
A medida que los niños crezcan se harán más independientes por lo que no podremos estar encima suyo todo el tiempo. Por eso procuraremos que siempre lleven una botella de Agua Mineral para que puedan beber en cualquier momento y lugar.
La hidratación en la adolescencia
Nuestros hijos sufren grandes cambios en muy poco tiempo. Cada vez realizarán más actividades durante su etapa escolar. Nosotros podemos ayudarles a que rindan al máximo cuidando su salud.
Las actividades deportivas o las habituales excursiones provocan un desgaste físico en los niños que conlleva una importante pérdida de agua. Cuidar su hidratación con Agua Mineral le ayudará a restituir la cantidad que necesita su organismo y a mejorar el rendimiento. Además, no aporta calorías por lo que, acompañada de una dieta equilibrada, es ideal para prevenir el sobrepeso infantil y sus consecuentes complicaciones.
Haz que cuenten con su botella también en sus horas de estudio. Está demostrado científicamente que la deshidratación provoca una caída de la capacidad de concentración de un 15% y una disminución de la memoria a corto plazo del 10%. Durante el curso y especialmente en época de exámenes tus hijos necesitan que sus capacidades cognitivas funcionen a pleno rendimiento por lo que es necesario también hidratar su cerebro.
Recuerda que lo más importante es predicar con el ejemplo en casa. Los niños aprenden de lo que ven, por lo que tener más que nunca un punto de hidratación accesible es fundamental.