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«La hidratación en los mayores puede ayudar a evitar la progresión de algunas enfermedades»

A partir de los 60 años, el organismo tiende a percibir una menor percepción de sed. Este hecho suele provocar que los mayores olviden la necesidad de hidratarse y, por lo tanto, se incremente el riesgo de sufrir problemas de salud.

 

Expertos en salud e hidratación desvelan algunas recomendaciones esenciales para que los cuidadores sepan cómo ayudar a las personas de este colectivo a mantener unos hábitos saludables de hidratación y alimentación.

A la hora de cuidar de un mayor, “una de las principales recomendaciones es evitar que este se haga dependiente”, explica Francisco José Tarazona, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), quien explica que, para conseguir esto, es esencial seguir “una nutrición adecuada, el ejercicio físico diario y la revisión periódica de la medicación, evitando en la medida de lo posible el uso de sedantes. Esto es especialmente recomendable en mayores frágiles”, añade.

Entre las patologías más frecuentes entre las personas mayores de 60 años, el doctor Tarazona cita las siguientes: “hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo II, insuficiencia cardiaca, la demencia agrupando las distintas etiologías, la artrosis, la bronquitis crónica y la insuficiencia renal”.

 

mayores

 

Para enfrentarse a estas patologías como cuidador, “hace falta una formación, que suele ser proporcionada por los miembros del equipo multidisciplinar que atiende al adulto mayor, y que suele combinar educación sobre una ingesta nutricional e hídrica adecuada, un tiempo de actividad física adaptado a las características individuales del paciente y la prevención de síndromes geriátricos como el estreñimiento, la inmovilidad y las úlceras por presión, por citar algunos”, señala el experto de la SEGG.

 

Importancia de la nutrición e hidratación en los mayores

Tal y como citábamos al inicio de este artículo, seguir unos hábitos adecuados de nutrición e hidratación es esencial para evitar problemas de salud en los mayores. Así, según detalla, el Dr. Tarazona, la cantidad de agua recomendada a diario para un adulto mayor es de 1,5 litros, acompañada, además, de una “dieta mediterránea y rica en proteínas.

En pacientes con insuficiencia cardiaca debe restringirse el consumo de sal común, en diabéticos, la cantidad de los hidratos de carbono de absorción rápida, y en personas con nefropatía, la ingesta de proteínas para evitar el deterioro de la función renal. En aquellos con deterioro cognitivo o enfermedad oncológica, debemos prevenir, o revertir, la presencia de problemas nutricionales”.

Respecto a la hidratación, el experto Francisco Maraver, profesor titular de la Cátedra de Hidrología Médica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), señala que una buena distribución de ingesta de agua a lo largo del día puede ser:

  • Uno o dos vasos al levantarse.
  • Tres vasos durante la mañana.
  • Dos vasos en la comida.
  • Uno o dos vasos durante la tarde.
  • Un vaso en la cena.
  • Un vaso al acostarse.

Mantener unas pautas adecuadas de hidratación es, según el Dr. Tarazona, “básico para evitar la progresión de algunas enfermedades, y también para evitar algunos síndromes geriátricos como el delirium, asociados en muchas ocasiones a los trastornos hidroelectrolíticos”.

Para motivar a los mayores a beber agua, “se pueden utilizar sopas frías, helados tipo polo, gelatinas, horchata, con colores vistosos y sabores atractivos, siempre teniendo en cuenta la situación basal y las comorbilidades presentes en cada paciente”, explica Francisco José Tarazona.

Asimismo, el Dr. Maraver recomienda dejar a la vista del mayor una botella de Agua Mineral ya que, de esta manera, recordará fácilmente la necesidad de beber agua de manera frecuente.

Además, aconseja a los mayores la ingesta de Agua Mineral Natural ya que se trata de un agua pura, sana, natural y de calidad, cuya composición puede consultarse en el etiquetado, permitiendo así que el mayor pueda elegir la variedad que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias.

 

Si eres cuidador, ya lo sabes: ¡ayudar a tus mayores a mantener una adecuada hidratación y nutrición es regalarle salud!

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